Con el propósito de frenar una nueva caravana de migrantes centroamericanos que estaría llegando a la frontera entre México y Estados Unidos para pedir asilo, el Presidente Donald Trump amenazó con cerrar la frontera si México no hacía nada para detenerlos. El Gobierno ha manifestado que su política es garantizar que los migrantes que pasan por nuestro país lo hagan bajo el marco de la ley y con respeto a sus Derechos Humanos.
En opinión de algunos analistas, la presión de Trump obedece a un propósito político-electoral: lograr su reelección en los comicios del 2020. La pregunta que surge entonces es si puede cerrar así de fácil la frontera. Un informe de la CNN detalla que, de hacerlo, enfrentaría grandes problemas legales como cuando quiso impedir la entrada a extranjeros de algunos países musulmanes que consideró terroristas, bajo fundamentos legales que los tribunales desestimaron cancelando esa medida.
Por ejemplo; el cierre podría violar los derechos de Asociación y Viaje de la “Primera Enmienda” de los portadores de “Green Cards” y los ciudadanos estadounidenses (algo similar a nuestras garantías individuales); Igualmente si impide que los migrantes pidan asilo, puede tener un problema con el Congreso quien diseñó el proceso de asilo ya que podría violar la Ley de Refugiados de 1980.
Un aspecto más sensible es el del comercio bilateral. Si bien conforme a los tratados internacionales como el TLC, hoy T-MEC, cualquier país puede tomar las acciones que considere necesarias para proteger su seguridad; las empresas estadounidenses podrían verse afectadas y demandar, dado que el comercio con México supera los 1,700 millones de dólares diarios según la Cámara de Comercio del vecino país, y el cierre pondría en peligro a las empresas, así como a 5 millones de empleos estadounidenses que dependen de las mercancías mexicanas. Tal vez por estas razones, el presidente Trump suavizó su postura; hace unos días declaró que iba a darle a México un año para detener la migración ilegal y el flujo de drogas y que si no lo hacían primero impondría un impuesto de 25% a los automóviles que ingresen -como sanción-.
El caso es que Trump está en campaña, colocando gente incondicional en posiciones clave. Antier le renunció la Secretaria de Seguridad del Interior Kirstjen Nielsden (quien se negó a cumplir sus excesos) y será sustituida por el Comisario de la Guardia Fronteriza Kevin McAleenan identificado como un operador más que un político. Donald insiste en su promesa del 2016: construir el muro, cuyo gasto es considerado excesivo por el Congreso, pero es su bandera ante sus votantes. Mas tarde o más temprano México tendrá que tomar una postura contundente, al menos para salvar los ataques durante ese periodo electoral.
Me despido de ustedes y los invito a seguirme en Twitter, @Cristinalcayaga.
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