Por Adriana Varillas
Hoy se discute en el Senado de la República, el decreto aprobado por la Cámara de Diputados, el 24 de abril pasado, para modificar la Ley General de Turismo, a fin de concretar la extinción del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), asunto definido desde diciembre del 2018 cuando se acordó su desmantelamiento.
El organismo dejó de operar desde enero de 2019, cuando ya no recibió dinero; paulatinamente cerraron sus 21 oficinas de representación en el extranjero, que costaban a México 63 millones de dólares al año, sólo en gastos operativos, según el diputado Luis Alegre, único legislador quintanarroense que votó a favor de acabar con el Consejo en lugar de corregir sus excesos y desvíos.
Blanco de duras criticas y reproches, el legislador justificó su voto y aclaró el fin de semana, que la promoción de los destinos turísticos de México, sigue, aunque no existe aún el esquema, los recursos, la fuente de dónde provendrá el dinero, los lineamientos y la nueva figura que llevará la batuta en el tema, porque todo está en análisis.
A su lado, el presidente de los hoteleros en Cancún y Puerto Morelos, Roberto Cintrón, aclaró que la promoción continúa gracias a la iniciativa privada; sin embargo, los recursos para la promoción institucional que debe aportar el gobierno -dijo- son un misterio.
Ayer el empresario, acompañado de otros turisteros, estuvo en el Senado para hablar del tema y del sargazo, que ya recubre las costas de Quintana Roo y constituye un problema equivalente al volumen que recala en las costas del Caribe y del estado.
También ayer, el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) y 14 cámaras empresariales enlistaron los impactos negativos del quiebre que vive la promoción institucional de México en el extranjero, ante una competencia feroz que aprovecha nuestros traspiés.
Anticiparon la reducción de la tasa promedio de crecimiento del PIB turístico, de 3% a 1.6% como promedio anual, para el periodo 2019-2024; la reducción del crecimiento del PIB de México en el sexenio, de una décima de punto porcentual promedio; la pérdida acumulada de 36 mil 500 millones de dólares en divisas del sexenio; una contracción en la generación de 120 mil empleos en seis años y la pérdida progresiva de ingresos fiscales, dos mil millones en este año y 20 mil millones a 2024.
El mayoriteo de Morena y sus aliados, también en el Senado, es prácticamente un hecho, lo que implica que el CPTM se acabó. Por eso los turisteros han solicitado urgentemente al Ejecutivo y Legislativo, definir el nuevo esquema de promoción turística institucional y esclarecer y etiquetar los recursos correspondientes.
El asunto será llevado hoy a la reunión que la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), sostendrá con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo el gobernador, Carlos Joaquín González, quien ayer explicó que con o sin el Consejo, lo fundamental es destinar recursos federales a la promoción, para sostener los convenios cooperativos de publicidad, la venta dura, y el trabajo de contención y control de crisis para el manejo de la imagen de los destinos mexicanos.
Otra de las inquietudes, es que en diciembre se informó que el dinero de la promoción turística, se canalizaría ahora para la construcción del Tren Maya.
El problema es, que según lo declarado por el mandatario estatal, ya ni el destino de ese recurso está claro.
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