Por Celina Izquierdo
Buenos miércoles, le saluda Celina Izquierdo.
Mi posición personal es alimentar la esperanza, no la del mundo mundial, ni la del eslogan político, ni la verde, sino la esperanza que a veces se presenta como un guiño, en alguna circunstancia inesperada.
Me explico: un grupo de ciudadanos que decidimos hacer nuestra cuarta transformación, bueno algunos ya vamos en la quinta, la sexta y otro entrados en la séptima, resolvimos conformarnos como un equipo que se autonombra Transforma Bonfil porque ahí escogimos para vivir, ahí plantamos nuestros mangos, plátanos, habaneros e hicimos nuestras casas, ese es un factor común amamos este espacio que antes fue mar, luego piedras y ahora nuestra tierra.
Me sigo explicando… Conformamos un equipo de trabajo para transformar Bonfil en un lugar del que sintamos orgullo de vivirlo y que reciba el agradecimiento de lo mucho que nos ha dado, que tenga una fresca imagen urbana, servicios, gastronomía (que ya la tiene, pero hay que darle mayor auge) y sobre todo certeza y seguridad.
Con la metodología de árbol de problemas organizamos los distintas problemáticas por ramas y encontramos cómo una bronca provoca otras y muchas más al no controlarse a tiempo, pero sobre todo llegamos a las raíces de ese árbol de problemas que son al menos cuatro, una: la falta de participación ciudadana y valores, dos: la corrupción, tres: la impunidad y cuarta la negligencia de la funcionarios y funcionarias.
En el tema de seguridad resolvimos que esta nos sólo debe atenderse con más patrullas, que eso es evidente, sino además con el impulso a fuerzas en positivo y resolvimos formar un Centro Cultural de Artes y Oficios en el que las personas que así lo deseen puedan adquirir destrezas y conocimientos, esta iniciativa encontró un sí en el Comisario Ejidal que nos dio en comodato un espacio abandonado. Sorpresa nos hemos llevado en el poco tiempo de haber abierto CCAOB, Centro Cultural de Artes y Oficios, decenas de personas, jóvenes, niños, adultos mamás con hijos chiquitos recorren diariamente preguntando cómo hacer para aprender a leer y a escribir; para certificar su primaria para avanzar la secundaria inconclusa, para hacer la prepa. Ríos de personas…
Comparto con ustedes tres escenas que yo llamo guiños de la vida: la primera persona que recibimos es un chica de no más de 18 años con dos hijos chiquititos, eran las 8:30 de la noche y dice con toda la fuerza de esa edad, qué hago para terminar mi prepa? Y yo respondo para mis adentros, esta chica ya tiene la mitad del camino andado, si con dos hijos se pone este reto, va poder esto y más, sólo tenemos que ser un apoyo preciso para ello.
El siguiente guiño son cuatro adolescentes que muertos de la risa se detienen a preguntar qué se necesita para inscribirse, porque ninguno acabó la primaria, se nota que son migrantes recientes. Y respondo para mis adentros, son tan migrantes como cualquiera de nosotros, vienen por la misma oportunidad que vinimos los demás, sólo tenemos que apoyarlos para ello.
Y el tercer guiño es un joven que trabaja y que pregunta
– ¿Aquí dan matemáticas?,
– Si, es la respuesta,
– Terminaste la secundaria, pregunto
– Sí, dice enfático, pero nunca aprendí matemáticas y ahora si quiero aprender.
Aquí estamos para ser un apoyo.
Esta también es una invitación abierta a quienes nos escuchan, si tienes algo que dar, que enseñar, deja que la vida te guiña un ojo en el Centro Cultural de Artes y Oficios de Bonfil.
Vaya bien.
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